sábado, 8 de noviembre de 2014

Hoy soy feliz

Sé que hace hoy exactamente dos meses que he dejado que el silencio se instaure en este rincón. ¿Dónde se ha metido la leona triste y solitaria? es lo que os estareis preguntando algunos. Y hoy vengo a daros la explicación que os mereceis, por qué durante muchos meses vosotros habéis sido testigos mudos de mi dolor, porque he descargado sobre este lugar toda mi rabia y porque he llorado escribiendo un gran porcentage de las cosas que aquí he relatado.
Jamás os he mentido, cada sentimiento ha sido verdadero y de un tiempo a esta parte he escrito un montón de borradores que no me he decidido a publicar ¿Por qué? Porque no estaban a la altura de mis emociones.
Y es que es fácil estar a la altura del dolor. Cuando estas en un pozo profundo todo lo que dices es completo, pero cuando eres feliz pierdes las palabras, tu cerebro no funciona con la misma claridad, y te ves incapaz de expresar lo que sientes, todo se te queda corto, todo te sabe a poco.
Por eso de antemano me disculpo por mi tiempo de silencio y por la poca calidad que tiene tendrá esta entrada.
Lo siento.
El caso es que podría darle muchos rodeos pero prefiero no hacer:
Le he encontrado.
Sí, como habéis leído, el principe azul que dije que algún día aparecería ha llegado, está en mi vida, estoy enamorada y soy locamente feliz. Lo tiene todo.
De hecho dejadme que os diga que empiezo a dudar que mis sentimientos hacia león fueran verdadero amor, porque creerme, jamás había sentido lo que siento cuando ÉL me mira.
Me siento completa, al fin, tras tanto sufrimiento el mundo me sonría, y joder menuda sonrisa tiene.
Dejadme que os aclare el resto de finales porque le prometí a ÉL que si me decía ven lo dejaba todo, y como encima me lo susurró al oído no hice ni equipaje al huir.
Al final las cosas no acabaron mal con quién creí que acabarían mal, recibo algo de odio periódicamente de quien antes me mandaba amor a distancia y platónico y yo nos dedicamos a fingir que no ha pasado nada que no hubiese pasado a principios de año.
¿Y león?
Me lo crucé el otro día en un bar, iba tan borracha de los besos del hombre de mi vida que no recuerdo haber enfocado ni su rostro.
Todos los cabos han sido atados, todo esta bien, he llegado a mi destino y desde aquí va a comenzar mi vida, la de verdad. Estoy en el camino correcto, al fin me he decidido a elegir el bachiller que quiero, y he encontrado al hombre con el que pasar el resto de mis días, eso sin olvidar que he recuperado a una y por fin mi elenco de las mejores amigas del mundo, a las que prometo dedicarles uno de mis textos, esta completo.
Este es el comienzo de mi felicidad.
¿Y qué pasará con este blog?
No lo sé.
No lo voy a borrar, ni a cerrar, pero olvidaos de esa entrada semanal del principio, olvidaos de las largas entradas de llanto. Estoy en mi último año de instituto, sé que voy a tener que escribir y ponerme filosófica con muchas cosas. Aún me queda mucho que descubrir de mi misma, y prometo que haré aparición de vez en cuando para contaros como es esto de ser feliz.
Gracias por estar ahí.